Terapia

Es curioso querer mucho a gente, tanto que, sin mediar palabra cuando los ves sientes como las facciones de tú cara se relajan y tus ojos se iluminan con su presencia. Fuera preocupaciones, te notas alegre, cómoda, tanto que aún no se han marchado y ya piensas en la siguiente vez que podrías verlos para repetir esos sentimientos. Gracias a toda esa gente maravillosa por estar en mí vida, vosotras y vosotros sois seguramente la mejor terapia que pueda encontrar.