La inspiración de Isa

El destino nos mueve como si de marionetas se tratara, con hilos invisibles. Por eso a veces creemos ser dueños de nuestros pasos"pero es él "sin duda el que mueve las piezas en el tablero de nuestras vidas. Nunca sabemos dónde iremos a parar, si volveremos a amarnos o a odiarnos ,ya que los amigos , se convierten en extraños y los extraños en amigos. Los amantes en enemigos y los enemigos en amantes.... No preguntes por preguntar, que hay respuestas que solo el tiempo te las dirá. Nadie sabe lo que nos deparará el destino.

En la niñez, como en la adolescencia, nuestro pequeño y limitado mundo se ve influenciado por las modas, por lo que los demás puedan pensar de nosotros. Cualquier critica a nuestra imagen o carácter nos descorazona. Intentamos imitar patrones de conducta, de gente a la que admiramos o creemos sin problemas,sin complejos. Con los años y, muy particularmente la gente de nuestra generación ha aprendido a vivir su vida sin preocuparse por el que dirán, teniendo muy claro que toda vida que se analiza con un microscopio está llena de gérmenes y bacterias. En cuanto a los complejos,terminas intimando con ellos y a la larga nos sentimos cómodos porque son los que definen nuestro carácter y nuestro físico,es nuestro sello personal.

Muchas veces presuponemos  lo que los demás piensan, sienten, por otra parte también,  funciona a la inversa , cuando interpretan lo que tu quieres decir o ven mensajes ocultos o subliminales donde no hay nada más. En realidad,todo está contaminado por nuestras experiencias, por nuestra realidad, por tanto juzgar y presuponer sin preguntar cuáles son los hechos cual es la verdad.....

Hay quien dice que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, pero hay incendios que los ahoga el destino y aun así quedan brasas listas para arder apenas se les da oxigeno... Cuando te miro, veo experiencias vividas,celos, confianza, paciencia,argumentos, secretos y amor.

A veces echamos de menos el ímpetu de la inmortalidad que nos proporciono la juventud. El desprendernos del pasado, sin dramas sin dificultad , porque nuestros ojos ya están puestos en el futuro mirándolo y retándolo. Solo ahora desde la quietud de la madurez se vive y se observa , esta etapa no menos interesante, la de los cambios en tu cuerpo, la de intentar reconocerte, conseguir que tu espíritu y cuerpo  estén juntos en ese proceso. Sin olvidar lo fantástico que es estar vivo. Todavía y a veces aún tenemos 20 años......

Con cada amanecer debemos superar lo que nos pasó ayer. No dejar que el dolor, las enfermedades, nos endurezca, nos amargue. Que nada le gane a nuestra ternura... Decirle a la vida:"Aquí estoy otra vez"volver a ilusionarnos sabiendo la brevedad de ese momento que disfrutamos. Porque todo tiene un principio y un final.

Hay charlas que nunca se sabe si Curan  o hieren. La gente callada siempre se arriesga menos, pero si todos estuviésemos callados, la vida sería un cementerio.

He vuelto a la época en la que cada amanecer es un triunfo, una jornada más que he superado. Con las primeras luces del día y sin darte mucha tregua para descansar, comienza la lucha de nuevo esa que parece fácil ,mecánica , la de poder respirar . Siempre me imagino que llevo un casco como el Darth Vader de la guerra de las galaxias, y por el rugir que se siente dentro de mi pecho bien podría ser. A veces las batallas entre un lado y otro de la fuerza son tan duras que casi sin oponer resistencia podría dejarme ir y otras recuerdo con ternura esos buenos momentos  vividos que espero se puedan repetir.

" un padre pregunta a su hijo: - si hay muchos extranjeros en su clase. Entonces el pequeño responde con toda naturalidad: - No, solo hay niños". Esto es educación emocional.

Todos tenemos fecha de caducidad, puede ser hoy o mañana, pero lo importante es lo que hagas antes, por eso te recordarán. Puede que solo nos convirtamos en una imagen congelada, en la memoria de alguien que nos a querido.

Cómo desaparecen las personas de nuestra vida, que difícil es no volver a verlas nunca más. Se nos hace insoportable su pérdida. El hecho de extrañarlas  tanto,cuando en muchas ocasiones solo han formado parte de nuestras vidas por un corto periodo de tiempo. La distancia , y hablamos de miles de kilómetros, la imposibilidad de un pasaje para propiciar el reencuentro. Por supuesto, los  que la muerte nos arrebata, desgarrándonos , dejando un inmenso vacío difícil de llenar, cosas por vivir, palabras por decir. También, como no , las personas que desaparecen de nuestra vida de una forma voluntaria. Por discutir, por falta de interés o, quizás, carencia de memoria.  Incluso anhelamos volver a  ver a aquellos que nos rompieron el corazón, recordando solo la parte que compartimos y nos hizo feliz.

Los locos hacen que hasta los cuerdos actúen como locos. Esa palabra maldita que alguien te ha dicho y se clava como un puñal, manteniéndote en vela durante parte de la noche. Seguirá ahí el resto de las horas en tu subconsiente. Esa lucha insoportable con nuestros demonios internos. Con la espiral de locura que nos produce sin duda la incomprensión. Preguntándonos en qué punto se complica todo, cuando intentamos dar la mejor versión de nosotros mismos. Porque algunas personas nunca miden sus palabras y no me refiero a centímetros, si no a el hecho de intentar no hacer daño a los demás, no perjudicarlos , no herir gratuitamente. Debemos tomar conciencia del poder del valor de las palabras.

El corazón ese músculo importante que nos da la vida y que nosotros tanto maltratamos. Tenemos que estar orgullosos de su funcionamiento. Por resistir pérdidas, desengaños , decepciones, que a veces se nos haya roto en pedazos y que sus piezas, como si de un puzle se tratará, han vuelto a encajar de nuevo a la perfección. Dar gracias sin duda a que, a pesar de todo, siga funcionando.