La inspiración de Isa

Este año también  quiero compartir con vosotros con vosotras el deseo inmenso de que  éste mal sueño termine ya. No cometamos los errores de siempre, construyendo expectativas inalcanzable, marcándonos proyectos , alimentando sueños y esperanzas que tal vez no podamos cumplir. Es hora de no planificar el futuro a largo plazo para no decepcionarnos , hemos comprobado que todo puede cambiar en un segundo. Es algo innato en nuestra naturaleza buscar incansablemente la felicidad. No descuidemos todo lo que nos envuelve de bueno y que nos trae el día a día, con esas personas que nos rodean y sin darnos cuenta se hacen imprescindibles en nuestras vidas, alimentando nuestra alma, llenando de alegría nuestro corazón, expandiendo nuestra mente con las diferentes formas de pensar...  Deseamos que todo lo bueno os arrope y que seáis felices porque celebrar la felicidad ajena como propia, es lo único que crece si se comparte con sinceridad.

 Hoy brindamos con distancia y en la distancia por aquellos que no están pero siguen ocupando un lugar en nuestro corazón. Por los  que están y por los que vendrán. Los viejos tiempos en los que una de nuestras preocupaciones era que preparar para Nochebuena o Navidad y que ponernos el 31 para estar elegantes, despedir un año y esperar algo más del siguiente. Es curioso que ahora todos compartimos un mismo deseo que pase rápido este mal sueño, que podamos despertar. Que se curen las cicatrices que esto ha dejado en nuestra sociedad en nuestro hogar . Que podamos por fin brindar por lo que hoy nos duele y esperamos superar. Feliz Navidad.

Hemos dejado de observarnos unos a otros a las cosas que nos rodean y ahora que tenemos un sinfín de tecnologías , de herramientas, no somos capaces de desarrollar  la principal  que es la empatía . Nuestras vidas no son historias reflejadas en una pantalla de un móvil o en  ordenador, son reales y están pasando ahora mismo, no nos olvidemos de vivirla de disfrutarla y sobretodo de compartirla con aquellos que tenemos más cerca con los que podemos interactuar personalmente en persona. Vamos a alzar el rostro de las pantallas.

 Últimamente me ha dado por anotar mis pensamientos, estado de ánimo, mis reflexiones, que me llevan a pensar que no solo somos responsables de nuestra vida sino que somos los principales participes de la felicidad e infelicidad de aquellos que nos rodean. Decir la verdad sobre nuestros sentimientos suele traernos sufrimiento, pero es necesaria y de utilidad para los demás saber en que laberinto estamos perdidos. Hay gente que no toleran las emociones, las consideran una muestra de debilidad, una pérdida de tiempo que desgasta las energías. Yo pienso que es terrible confundir el sentimentalismo con los sentimientos en una sociedad cada vez más carente de ellos.

Son muchos los que piensan que como puede haber gente que  pretenda salvar  la Navidad después de éste  tsunami que ha arrasado tantas vidas y la  la economía  mundial  nos ha dejado de momento  sin ese futuro que se llama mañana. Si lo pensamos bien ahora más  que  nunca necesitamos descansar  de tantas emociones  negativas, cerrar los ojos y sumirnos en esas benditas costumbres , hacerlas más  fuertes que nuestras propias desgracias. Iluminar los ojos de los niños decorando el viejo árbol de  Navidad, embutirnos en nuestros abrigos respirar el aire frío y ver escaparates ,alguna cosa alcanzaremos  a comprar si no es para nosotros  será para los demás. Organizar ese evento,  esa comida o cena  para 6 que serán multitud  después de haber estado tan solos . Dejemos que las cosas livianas . Cotidianas alijeren nuestra carga...