La inspiración de Isa

 En verano , más que en otras fechas , recuerdo a mis abuelas, mujeres fuertes ,valientes y luchadoras como tantas otras que criaron un montón de hijos, algunos se los llevó la parca tempranamente y otros se marcharon a cientos de kilómetros en busca de un futuro mejor para ellos y sus hijos . La imagen perdura en mi memoria suspendida en el tiempo la puerta de la casa y ellas llorando con el corazón roto en mil pedazos, la casa donde todo eran risas ,idas,venidas y gran tumulto, la casa se queda sola , seguramente hasta el próximo verano, ¿ volveréis pronto?el ansia de una pregunta muchas veces sin respuesta, lo intentaremos. Sólo ahora después de transcurridos muchos años entiendo el paréntesis de sus vidas , ellas para mí seguían ancladas en aquel instante, mientras nosotros hacíamos nuestras vidas hasta volver a verlas. Ahora que nosotros tenemos nuestros propios hijos, esos que se van muy lejos en busca del amor, de trabajo o simplemente de otras experiencias. Sentimos el dolo...

 Puede que la gente no esté preparada para que seamos sinceros pero por lo menos debemos serlo con nosotros mismos. La sinceridad mal entendida es la que no gusta , es de la que se enorgullecen las personas sin filtro y que expresan sin ningún tipo de anestesia , sin tener en cuenta las emociones,  los sentimientos ajenos , ni empatizar con nadie simplemente sueltan lo primero que les viene a la cabeza. Debemos decir la verdad  aunque en situaciones complicadas tengamos que envolverla con amabilidad y por difícil que resulte el mejor lenguaje para relacionarnos con los demás debe ser el de la honestidad.