Brecha
Cuando alguien o algo nos causa dolor se abre ante nosotros una brecha moral. Nuestro cerebro necesita buscar una compensación pero si esta no llega nunca, no contraatacamos, tampoco nos reconciliamos, nos sentimos impotentes y no sabemos que hacer para arreglar las cosas. Si la brecha persiste durante tiempo se normaliza, se convierte en nuestra expectativa, nos rendimos, comenzamamos a juzgarnos a nosotros mismos, nos sentimos humillados y aunque solo sea por unos segundos pasa por nuestra mente el ojo por ojo ese que dejaría al mundo ciego. Ese mundo que nos hace ejercer juicios de valor, como que hemos hecho para merecer esto...
Comentarios
Publicar un comentario