Sufrimiento

El dolor , ese estado físico que termina por paralizarnos. Muchas veces pienso que si me quedo quieta, muy quieta, sin mover ni siquiera las pestañas, me ignorará, pasará de mí. No OS lo recomiendo, no soluciona nada. Solo terminas como una gallina en el palo del gallinero, sosteniéndose de una pata y haciéndose la interesante. No queda otra que buscar otros mecanismos de salvación. Cuando piensas que ya no puedes ir a peor, puedes. Se lo cuento o me lo cuentan , siempre hay sitio para un dolor más en esta fiesta del sufrimiento, para otra vuelta de tuerca. Por desgracia, somos muchos y muchas que andamos así, con esta mochila pesada a nuestras espaldas. Por eso, cuándo nos preguntan que como estamos , tenemos que decir que bien, pues en realidad la mayoría de veces que nos preguntan , es más un tema de protocolo social, que un verdadero interés por tu estado. Realmente a nadie le interesa oír las dolencias ajenas. tampoco hay que creer, cuando nos dicen que del sufrimiento se aprende, a estos te entran ganas de darles una paliza y que repasen conocimientos.