Trayectos en tren
Esos trayectos en tren, en los que aprovechábamos para entablar un sin fin de conversaciones. Te contaban un montón de anécdotas, historias... Muchas otras veces discutías. Política, fútbol, de cualquier cosa. También quedarte mirando a otras personas y sonreírles por el mero echo de coincidir con ellas, cada día sin que sospecharan que tu, en tu mente, les habías construido toda una vida. No se hacían casi nunca preguntas personales, de esas que acercan a través del conocimiento a las personas. No se trataba de buscar amistades sólidas, si no la calidez del contacto verbal y visual con otros seres humanos. Muy al contrario de ahora, donde casi todos viajamos con la cabeza agachada mirando el movil, tecleando la tablet, como mucho leyendo un libro. El individualismo se apodera de nuestras vidas y nos convierte en meros extraños a todos.
Tienes toda la razón...partiendo de la base de que el individualismo se apodera de nuestras vidas...no hay mucho que opinar...sino que darte la razón...
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