1- capítulo niños rotos

De pequeños nos contaban historias, esas historias de miedo que luego no te permitían dormir. Te contaban de la existencia del hombre lobo, del tío del saco y como no, del temible coco. Cuando llegaba la hora de acostarnos, nos decían que esos seres no existían,  que los ángeles velarían por nosotros. Por desgracia, infinidad de niños y niñas sí que creen en ellos, es más, suele ser alguien en quien tus padres confían, incluso lleva algún apellido de ellos. Entran en tu habitación de noche, quizás de día, pero siempre con alevosía. El niño indefenso no verá venir el mal. Esa mirada inocente, ese mundo de juegos , esos sueños de fantasía, en esos segundos dejarán de existir. El hombre del saco, que no es más que un depredador, psicópata  seguirá al acecho , el lobo intentará deborarte cada vez que pueda, el coco te amenazara , si lo cuentas niño feo nadie te querrá jamás, ¿ Quién te va a creer? . Y el miedo se hace grande y tú muy pequeño.