La inspiración de Isa

De momento, esta pandemia, nos ha dejado mucho más que muertos y es duro decirlo, porque eso por sí solo ya es terrible. A su paso deja secuelas emocionales difíciles de curar, en la gente que lo ha tenido y sufrido porque aunque lo superes el miedo sigue estando ahí. En ocasiones nos es difícil reconocer que sentimos emociones negativas, creemos erróneamente, que esto nos hará parecer débiles a los ojos de los demás. No debemos olvidar que somos humanos y a lo largo de nuestra existencia nos ocurren cosas que son inevitables,  vamos a sentirnos impotentes ante problemas, desdichados, ansiosos o enfadados más veces de las que nos gustaría. Cuando compartimos la manera de sentirnos, aceptamos el sentimiento y de esa forma disminuimos su intensidad. Lo que más necesitamos es apoyo emocional , algo tan simple que a veces ni siquiera es presencial, basta con una llamada de teléfono para ayudar a gestionar nuestros sentimientos.

Estos días han sido, sin duda alguna , momentos de reflexión a nivel personal. He aprendido muchas cosas y me he dado cuenta de la importancia de otras , nunca el estar tan lejos nos había hecho estar tan cerca. Quizás lo triste haya sido descubrir que personas que tenemos cerca y son importantes para nosotros estén tan lejos. No se vale juzgar pero si decepcionarse , no con ellas si no con nosotros mismos por no ser capaces de conectar, de compartir y crear momentos mágicos que nos acerquen . Ahora es el tiempo de empezar a salir de casa y recuperar la normalidad, poco a poco, de una manera progresiva... Recordar que un día más es un día menos . No olvidar dar las gracias a todas y a todos los que nos han ayudado a gestionar esta pandemia . Agradecer sobretodo a los sanitarios y a los trabajadores y trabajadoras que han estado ahí dando la cara por todos  nosotros.

Somos muchas personas las que nos pasamos la vida enfermas, midiendo nuestras fuerzas codo a codo con el dolor. Es curioso que todos tenemos esa misma sensación que duele más la incomprensión de nuestra sociedad que el propio sufrimiento. En estos tiempos marcado por la pandemia, hemos creído que  sería mucho más comprensible todo  . No es fácil pero tenemos que ser empáticos nos hará más sensibles y respetuosos a las limitaciones de los demás. La pérdida de valores, la competencia individual por llegar más lejos  y ser protagonista a cualquier precio. No, no es bueno la ley del más fuerte, al final nos aleja de las necesidades de otros cónyuge, familia, compañeros , amigos. La falta de empatía nos priva de esa mano amiga que nos da sin pedir nada a cambio, de los besos y abrazos sinceros . Propongo una tarea difícil y enriquecedora ,ponernos en los zapatos de los demás.

Mientras España lucha unida contra la pandemia, se nos ha colado una epidemia  de derechas y  ultraderechista, convocando a sus seguidores para manifestarse igual que sus correligionarios Trump y Bolsonaro, que priorizan la economía a la salud de las personas. Es una apología a la desobediencia civil y una ilegalidad además de una falta de respeto a todas y a todos los que cumplimos las medidas de confinamiento para que el virus no se propague. Jalean cada muerto y con estos actos pretenden que haya más para sembrar el caos. No olvidemos quien desmanteló la sanidad pública y la vendió a las aseguradoras privadas para sus propios beneficios . ¿ Quién nos ha robado? Quizás una de las grandes incógnitas es como no se identifica a estas personas , puede ser que a los que viven en barrios de clase alta no se  han identificables. Ahora también nos ofenden negando el aplauso de las 20 horas a nuestros Sanitarios, ya que eso resta cesación de normalidad. Aplaudamos si con todas n...

Tenemos que tener muy claro quién y qué es esencial en nuestra vida, este tiempo nos ha servido a muchas personas para averiguar si nuestras amistades, nuestras personas más cercanas y queridas saben y sabemos estar a la altura de las circunstancias , si nuestras relaciones circulan por esa doble vía que tienen que circular y si somos capaces de dar tanto como exigimos. No podemos olvidarnos de dar las gracias por esas personas especiales que nos rodean. No dejemos de aplaudir a los sanitarios a toda esa gente que mientras nosotros nos refugiamos en casa lo daban todo ahí fuera y lo siguen dando. Vamos hacer merecedores de todo lo bueno que nos pasa y para ello la gratitud es muy importante.

Me siento orgullosa de ser mujer , reconociendo que como en todo género y condición pueda haber personas que no merezcan ningún tipo de calificativo. Las mujeres poseemos una fuerza envidiable y no es bruta. Somos realmente el As de la intuición, tenemos el don de la empatía... Sabemos escuchar, leer en los rostros incluso en los ajenos, nos anticipamos a las tristezas ayudando a superar heridas que afligen a los demás, contagiamos alegrías. Nuestra esencia alimenta nuestro ser. Compartimos emociones y dolor, de vez en cuando muy de vez en cuando nos permitimos que nuestros corazones latan tranquilos dejando atrás muchas mareas. Como siempre nos guía el amor y ojalá algún día sea también la lealtad que nos debemos a nosotras mismas. Mujeres sigamos enfrentando retos , buscando la felicidad , valorando los recuerdos y aprendiendo del pasado.

Dicen que un alma gemela es aquella con la que encajas perfectamente, como si te miraras en un espejo. No soportaría vivir con una persona como yo y me temo que mi compañero tampoco llevaría bien vivir con alguien igual a el. Quizás es porque nunca hemos tenido complejo de puzzle, después de tantos años juntos aún no conseguimos que encajen todas las piezas. Nuestras almas siempre han sido peleonas, discutiendo por las diferentes maneras de pensar y sentir, lo que nos a enriquecido como personas, hemos derribado mutuamente esos muros que se construyen para que nadie hiera tus sentimientos. En más de una ocasión hemos puesto nuestras vidas patas arriba. Hemos descubierto capacidades que no sabíamos que teníamos, como la de abrazarnos y lograr recomponer todas nuestras partes rotas. Somos un salvavidas el uno para el otro,luchado incansablemente contra todas las dificultades inevitables de esta vida. El respeto con el que siempre se debe tocar otro alma hoy nos da un vínculo de bienestar...

El vínculo eterno entre una madre y sus hijos es algo sumamente especial, ella es la que antes de nacer nos da las primeras muestras de cariño y después la que nos sustenta... Pero las expectativas de una madre según la sociedad y de una mujer son realmente crueles ya que se supone que tenemos que quedar relegadas al cumplimiento de las necesidades de los demás y sobretodo a la de nuestros hijos. Aún que nosotras, mujeres de hoy, estemos intentando romper las cadenas, es cierto que una parte de nosotras aún piensa que tenemos quedarnos más a nuestra familia . Hay tareas aún por hacer y romper las creencias de  que si no nos sacrificamos no somos merecedoras de amor . Espero que seamos capaces de inculcar a nuestras hijas que la maternidad es mucho más que sacrificios y dolor , que hereden nuestros aprendizajes y la sabiduría de la experiencia, para amar y que nos amen con honestidad y complicidad, que sean independientes y libres que el único lazo de unión sea el amor.