La inspiración de Isa

La obsesión por ser felices a toda costa nos hace olvidar que tenemos que aprender a gestionar y tolerar la tristeza propia o ajena. Nos cuesta mucho entender la importancia de las emociones negativas, vivimos en una sociedad en la que casi todo gira entorno al éxito, imagen y positividad . Nos cuesta tolerar la incomodidad de que alguien nos exprese sus miedos o temores , tenemos que mirar frente a frente a las emociones para buscar soluciones , no sirve ignorarlas o evadirlas para no sentirnos mal , dejemos que fluyan y gestionémoslas de la forma más madura , consciente y real posible.

Siempre pensé que cuando has vivido un largo periodo  de tiempo sería  suficiente para retirarse si te brindara la oportunidad, sin hacer mucho ruido, aceptando lo que te toca y dejado todos los asuntos posibles  arreglados.  Llega un momento  en el que la naturaleza  es sabia y dice ya no sufras más y vete en paz. En mí  caso no funciona  así , me temo que inconscientemente me agarro a la vida con las dos manos no la suelto. No pierdo la esperanza de ese día que surge de la nada de vez en cuando y lo deja todo en calma me siento afortunada feliz por vivirlo y poderlo compartir. Sé que comparto con otras personas el sentirnos presos en nuestra piel , el vivir con un enemigo agazapado dentro de nosotros que espera poder destruirnos con sus interminables ataques . Seguimos aquí aterrados llenos de miedo más que por la muerte en si por el sufrimiento de querer vivir y no dejarnos ir.

El pasado es el que nos ha traído  aquí  y ahora, son las experiencias  vividas buenas y malas, el acúmulo de decisiones erróneas  y por supuesto acertadas. Es las alegrías , tristezas, las personas que salieron y entraron  en  nuestras vidas. No podemos  vivir sin recordar lo que nos pasó, ya que eso fue lo que nos forjó en las personas que somos hoy, ni tampoco pasarnos el tiempo  planeando un futuro tan incierto en estos momentos  que no , nos permite planificar que será de nosotros en unas semanas. Pero si tenemos un presente que vivir , que compartir. Si estamos anclados en el pasado o pendientes del mañana nos perderemos lo único real y palpable que  tenemos,nuestro presente... Ése  que os invito a  compartir con toda esa gente maravillosa que conozco y quiero.

El que dice una mentira no sabe hasta qué punto ha asumido una gran tarea, porque se verá obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de la primera. Lo más sorprendente es cuando el engaño y la hipocresía provienen de familiares o conocidos ya que duele más, se quiebra la confianza, se pone en duda todas las verdades y hasta las vivencias con esas personas pierden toda su autenticidad. Vamos a reconocerlo, esto es un " arte", hay mucha gente hábil y manipuladora que consiguen hacer del tema de la mentira todo un hábito.