Elegimos

 No elegimos las emociones que vamos a sentir, lo que está claro es que sin las malas no apreciaríamos las buenas... El optimismo sin ser la panacea puede solucionar una parte del problema. El famoso vaso medio lleno medio vacío. El saber sacarle a la vida lo positivo de lo negativo sin caer en positividad tóxica de un optimismo desbordante que no corresponde con la realidad. Es lógico que nos cueste ,con lo que estamos viviendo, ser positivos ya que, a los problemas que cada cual tuviéramos en el pasado, tenemos que añadirles los del presente que reavivan nuevamente todo. Es importante volver a encontrar nuestro sitio en la vida, cumplir todas las normas, el respeto , el civismo y cuidarnos. Vivir, eso sí, sin miedo, sin amedrantarnos tanto que terminemos por transformar nuestra alegría.