La inspiración de Isa

Todos somos sin lugar a dudas  protagonistas de nuestra historia. Nadie sabe nada de nadie. Nadie ve las cosas como son , de hecho todos las distorsionamos  y las adaptamos a nuestra percepción . Los problemas,  por ejemplo, hay que plantearlos cuanto más  lejos mejor ,porque  cuando los tenemos en las narices  nos obsesionan y ya no vemos lo que hay detrás . Las penas se escampan caminando, pasando página. Duele la desilusión..., sobre todo porque  alguna vez pusiste  ahí  tu alma , pensando que era alguien y no tú quien la llenaba de vida. Pero te encuentras una y otra vez con que aquello que  creías que no cambiaría,  cambia.  A veces nos quebramos para dejar entrar la luz.

 Aunque estemos lejos o muy cerca del final, cuando nos hacemos mayores, en la balanza comienzan a pesar más los daños que los años. Jamás vuelves a imaginar que el mundo pueda detenerse por tí. los recuerdos , los bonitos , los terribles , se esfuman con el tiempo se mezclan con los de los demás y por más que te empeñes no vuelves a encontrarlos. Atravesamos el umbral de la esperanza vinculado a la vida restante.  El miedo a la muerte y a envejecer  se hace más  evidente . Llegamos a la cuarta y última etapa de nuestra vida con herramientas para afrontarla ,como una de ellas ,la experiencia.