Daños
Aunque estemos lejos o muy cerca del final, cuando nos hacemos mayores, en la balanza comienzan a pesar más los daños que los años. Jamás vuelves a imaginar que el mundo pueda detenerse por tí. los recuerdos , los bonitos , los terribles , se esfuman con el tiempo se mezclan con los de los demás y por más que te empeñes no vuelves a encontrarlos. Atravesamos el umbral de la esperanza vinculado a la vida restante. El miedo a la muerte y a envejecer se hace más evidente . Llegamos a la cuarta y última etapa de nuestra vida con herramientas para afrontarla ,como una de ellas ,la experiencia.
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